jueves, 24 de noviembre de 2011

Sobre el COMPARTIR

El maestro contó a sus discípulos la siguiente historia:
Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña vela. Pero la luz que daba era tan escasa que aún así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendieran su propia vela y así compartiendo la llama con todos la caverna se iluminó.
Uno de los discípulos preguntó al maestro:
- ¿Qué nos enseña este relato, maestro?
Y el maestro respondió:
- Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el que está al lado.
- Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer mucho.
- El compartir nos enriquece en lugar de hacernos mas pobres.
- Los momentos más felices son aquellos que hemos podido compartir.
- Que Dios nos dé siempre la luz para iluminar a todos los que pasen por nuestro lado. La verdadera amistad es flor que se siembra con honestidad, se riega con afecto y crece a la luz de la comprensión. De igual modo si iluminas tu corazón con amor, puede que ilumines a otro corazón, así se pueden llegar iluminar a miles de corazones con amor.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Atrévete a volar

Un rey recibió como obsequio, dos pequeños halcones, y los entregó al maestro de cetrería, para que los entrenara.
Pasados unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía: no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar el ave.
Encargó, entonces, la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió. Al día siguiente, por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aún continuaba inmóvil. Entonces, decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines.
El rey le dijo a su corte, "Traedme al autor de ese milagro".
Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le preguntó:
¿Tú hiciste volar al halcón?¿Cómo lo hiciste?¿Eres mago?
Intimidado el campesino le dijo al rey: Fue fácil mi rey. Sólo corte la rama, y el halcón voló. Se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.


martes, 28 de junio de 2011

Descansa y espera (Salmo 36)

El movimiento invita a la atención, nos exige practicar la devoción sobre nosotros mismos, no de un modo centrado en el self (ego) sino como una acto de lealtad. En vez de abandonarnos a nosotros mismos podemos aprender a habitarnos a nosotros mismos. El cuerpo siente una tremenda nostalgia de nosotros, y espera pacientemente nuestro retorno. Aunque hayamos ignorado sus invitaciones durante años, ahora, cuando las aceptamos se externaliza con gran sabiduría y exhuberanica. Descubrimos que no necesitamos entrenamiento en vitalidad, que sólo hemos carecido de la determinación de sentirla. Y aquí está.

(John Welwood, Ordinary Magic)

Confia en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará todo lo que pide tu corazón.
Encomienda tu camino al Señor,
confía en él
y el actuará.
Descansa en el Señor
y él actuará.

sábado, 25 de junio de 2011

ORACIÓN DE LA MAÑANA

En esta mañana me hago consciente
de la Unidad Divina y me siento conectado a ella,
y así me siento conectado a todos los hombres y mujeres
(dichosos y sufrientes)
y a la Naturaleza que nos envuelve.
Norte, Sur, Este, Oeste, arriba, abajo y dentro.
Honro las siete direcciones y mi alma
(imagen y semejanza de la Unidad Divina)
se nutre de esta energía.
Ahora me siento conectado y en equilibrio.

Todo tiene un propósito.
No hay monstruos, ni inadaptados, ni accidentes, ni…
Sólo hay malentendidos y misterios
que están aún por revelar.
Haz que seamos lo suficientemente clarividentes
para comprender esos malentendidos y misterios
que crean tensión y desagrado en nosotros.
Haz que encuentre equilibrio en ti, Unidad Divina.
Revélanos lo que está ocurriendo.

GRACIAS por las personas que pones en nuestro derredor:
Padres y hermanos, amigos del alma, personas que nos hablan de ti,
compañeros de trabajo…
GRACIAS por las nuevas personas
y experiencias que hoy disfrutaremos en nuestra vida.
Quieremos crecer junto a todas ellas
y así ser, día a día, un poquito mejores.

Enséñanos a no juzgar, a no ser superficiales,
a perder el miedo y la inseguridad por la vida.
Enséñanos a movernos por nuestro supremo bien
y el supremo bien de la vida en todas partes.
Enséñanos a celebrar los pequeños momentos
que nos ofrece la vida.
Enséñanos a compartir sin esperar recompensa alguna.
Enséñanos a compartir con los demás y con la naturaleza,
lo que nos es dado gratuitamente que lo devolvamos gratuitamente.
Enséñanos a ser en ti, Unidad Divina.

La tormenta ha despertado en mi
la conciencia de la magnitud de la vida
y quiero vivirla bien, en tranquilidad y feliz.
¡TODOS TENEMOS DERECHO A SER FELICES,
y todos interactuamos para que así sea!
Quiero poner mi granito de arena a este fin.
El paso del tiempo cumple su propósito
de permitir a las personas que se vuelvan mejores,
que expresen más y mejor su propio ser.
¡QUIERO SER MEJOR PERSONA
DE LO QUE HE SIDO HASTA AHORA!
Y sé que sólo desde mi relación con los demás
y con la naturaleza eso será así.

Enséñanos a querer con equilibrio
y sin apegos malsanos:
Vine al mundo con las manos vacías
y de él me iré con las manos vacías.
Quiero disfrutar de cada etapa del viaje
con coherencia, con esperanza, con fe…
unido a la energía unificadora de la Unidad Divina
que nos hace uno con los otros
y uno con la naturaleza.

AMÉN

(básada en el libro de Marlo Morgan, Voces del desierto)

jueves, 26 de mayo de 2011

YO SOY...

Un mendigo había estado sentado a la orilla de un camino durante más de 30 años.
 Un día pasó por allí un extraño.
“¿Tienes algunas monedas?”, murmuró el mendigo, estirando mecánicamente el brazo con su vieja gorra.
“No tengo nada que darte”, respondió el extraño
 Y luego preguntó, “¿Qué es eso sobre lo que estás sentado?”.
“Nada”, replicó el mendigo, “sólo una caja vieja. He estado sentado sobre ella desde que tengo memoria”.
“¿Alguna vez has mirado en su interior?”, preguntó el extraño
 “No”, respondió el mendigo, “¿Para qué? No hay nada adentro”
 “Echa una ojeada”, insistió el extraño
 El mendigo logró entreabrir la tapa. Para su asombro, incredulidad y euforia, descubrió que la caja estaba llena de oro.
Eckhart Tolle es ese extraño que no tiene nada para darte y que te dice que mires en tu interior. No dentro de alguna caja -como en la parábola- sino en un lugar aún más cercano: dentro de ti mismo."Pero no soy un mendigo", es lo que nos sale decir.

Aquellos que no han descubierto su verdadera riqueza -la brillante joya del Ser y la profunda e inalterable paz que se encuentra en ese lugar-, son mendigos, aún cuando tengan gran riqueza material. Buscan externamente desechos de placer o plenitud -para la validación, la seguridad o el amor-, mientras en su interior tienen un tesoro que no sólo incluye todas esas cosas, sino que es infinitamente más grande que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer.
La palabra "iluminación" evoca la idea de algún logro sobrehumano, y al ego le gusta verlo así; sin embargo, se trata simplemente de tu estado natural sentido de unión con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, algo que, casi paradójicamente, eres tú en esencia y que, sin embargo, es mucho más grande que tú. Es el encuentro de tu verdadera naturaleza, más allá de nombres y formas. La incapacidad de encontrar esta conexión da origen a la ilusión de separación de ti mismo y del mundo que te rodea. Te percibes entonces a ti mismo, consciente o inconscientemente, como un fragmento aislado. Surge el temor, y el conflicto -interno y externo- se vuelve habitual.
YO SOY (un ejercicio para descubrir mi riqueza)
Advierte tu conciencia presente. Date cuenta de los objetos que aparecen en tu conciencia, de las imágenes y pensamientos que aparecen en tu mente, de los sentimientos y sensaciones que emergen en tu cuerpo, de la miríada de objetos que te rodean y aparecen en la habitación o lugar donde te encuentras. Todos esos son objetos que aparecen en tu conciencia.

Piensa ahora en algo que, hace cinco minutos, se hallara también en tu conciencia. La mayoría de los pensamientos han cambiado, la mayoría de las sensaciones corporales han cambiado y probablemente también haya cambiado el entorno en el que estás. Pero hay algo que, hace cinco minutos, se hallaba también aquí y que no ha cambiado. ¿Qué es eso que está tan presente ahora como lo estaba hace cinco minutos?

Yo soy. El sentimiento y la conciencia de que Yo soy todavía están presentes. Yo soy esa presencia omnipresente que está tan presente ahora como lo estaba hace un instante, hace un minuto y hace cinco minutos.

¿Qué es lo que estaba presente hace cinco horas?

Yo soy. La sensación de que yo soy es continua, autoconocedora, autorreconocedora y autovalidante y está tan presente ahora como lo estaba hace cinco horas. Todos mis pensamientos han cambiado, todas mis sensaciones corporales han cambiado y también ha cambiado el entorno en el que estoy, pero ese Yo sigue igual de omnipresente, resplandecientes, abierto, vacío, claro, espacioso, transparente y libre. Los objetos han cambiado, pero ese Yo sin forma sigue siendo el mismo. Ese Yo es tan evidente y se halla tan presente en este instante como hace cinco horas.

¿Qué es lo que estaba presente hace cinco años?

Yo soy. Son muchos los objetos que, durante ese tiempo, han aparecido y han acabado desapareciendo; son muchos los sentimientos que, en ese tiempo, han aparecido y han acabado desapareciendo; son muchos los pensamientos que, en ese tiempo, han aparecido y han acabado desapareciendo y son muchos también los dramas, los espantos, los amores y los odios que han aparecido, han perdurado durante un tiempo y han acabado desapareciendo. En todo ese tiempo sólo ha habido una cosa que no ha aparecido y tampoco ha acabado desapareciendo. ¿De qué se trata? ¿Qué es lo único que está ahora mismo tan presente en su conciencia como lo estaba hace cinco años? La sensación atemporal y omnipresente de ese Yo se halla ahora tan presente como hace cinco años.

¿Qué es lo que estaba presente hace cinco siglos?

Yo soy es lo único omnipresente. Todo el mundo siente el mismo Yo soy, porque ese Yo no es un cuerpo ni un pensamiento, ni un objeto ni el entorno. Ese Yo no es nada que pueda ser visto, sino el Vidente omnipresente, el Testigo abierto y vacío de todo lo que emerge. Lo único que existe en toda persona, en todo mundo, en todo lugar, en todo tiempo y en todos los mundos hasta el final del tiempo es este Yo evidente e inmediato. ¿Qué otro podría conocer? ¿Qué otro podría nunca conocer? Lo único que existe y que siempre ha existido es este Yo resplandeciente, autoconocedor, autoconsciente y autotrascendente que se halla tan presente ahora como hace cinco minutos, cinco horas o cinco siglos.

¿Qué es lo que estaba presente hace cinco milenios?

Antes de que Abraham fuese, Yo soy. Antes de que el universo fuese, Yo soy. Éste es mi Rostro original, el rostro que tenía antes de que mis padres naciesen, el rostro que tenia antes de que naciese el universo, el rostro que he tenido durante toda la eternidad hasta que emprendí este juego del escondite y me perdí en los objetos de mi propia creación.

Nunca más pretenderé desconocer y no sentir que Yo soy.

Y, con eso, acaba el juego. Millones de pensamientos han aparecido y han acabado desapareciendo, millones de sentimientos han aparecido y han acabado desapareciendo, pero hay una cosa que no ha aparecido y tampoco ha desaparecido, lo que nunca ha nacido y nunca morirá, lo que jamás entrado ni abandonará la corriente del tiempo, una Presencia pura que flota en la eternidad, por encima del tiempo. Yo soy ese gran Yo evidente, autoconocedor, autovalidante y autoliberado.

Antes que Abraham fuese, Yo soy.

Yo soy no es más que el Espíritu en primera persona, el Yo último, sublime y resplandeciente creador de todo el Kosmos, presente en mí, en ti, en él, en ella y en ellos –el mismo Yo que sienten todas y cada una de las criaturas.

Porque el número de Yoes de todo el universo conocido no es más que uno.

Descansa siempre como el Yo, como el Yo que sientes ahora mismo, como el Yo no nacido que resplandece en y como tú. Asume tu identidad personal, como éste o cualquier otro objeto, como este o ese yo, como esta o esa cosa. Descansa siempre en el Fundamento de Todo, en este Yo grande y evidente y vive sumido en el universo que creé.

Descansa como el Testigo que eres.

Todo eres tú.
Tú estás vacío.
La Vacuidad se manifiesta libremente.
Manifestarse libremente es la liberación.


(K. WILBER, La visión integral. Introducción al revolucionario enfoque sobre la vida, Dios y el Universo, Kairós, Barcelona 2008, pp. 139-142.150).

viernes, 18 de marzo de 2011

La VIDA según CHAPLÍN

Ya perdoné errores casi imperdonables.
Traté de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso.

Ya me decepcioné con algunas personas ,
pero también yo decepcioné a alguien.

Ya abracé para proteger .
Ya me reí cuando no podía .
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.

Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos .
Ya llamé sólo para escuchar una voz .

Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y ...

Tuve miedo de perder a alguien especial
(y termine perdiéndolo) !!
pero sobreviví !!
Y todavía vivo !!
No paso por la vida.

Y tú tampoco deberías sólo pasar ...
VIVE!!!

Bueno es ir a la lucha con determinación
abrazar la vida y vivir con pasión.

Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante.

lunes, 7 de marzo de 2011

BUDDHA, el gran maestro

"¡Nuestras vidas no son satisfactorias! No hay paz, no hay placer, hay sufrimiento. Si no hubiese sufrimiento, habría amor. La única razón de que no estés amando todo el tiempo es que estás sufriendo. Si no sufrieses, amarías. Estarías en paz, esparciendo amor y paz a tu alrededor. (...) ¿Cuál es la causa del sufrimiento? La actividad mental, la construcción de pensamientos..." (BUDDHA) ¡Dios mio, tengo tantas ganas de estar en paz, de ver ese amor a mi alrededor, de...! Lo echo de menos.