domingo, 18 de diciembre de 2016

FELIZ NAVIDAD

Si tienes problemas, si te sientes triste, si algo te preocupa, si vas a echar de menos a algún ser querido, si te va mal en el trabajo, si tienes ganas de llorar... llora. Pero no pienses que este año la navidad no va contigo. Esto de que la Navidad está hecha de risas y sonrisas y corazones esponjados es un cuento. Navidad es, desde tus sentimientos (los que sean), ser capaz de dejarte iluminar por un niño indefenso en un portal frío. Y, de paso, no está de mal recordar que lo que celebramos es Buena Noticia de un modo especial para los que sufren en este mundo.
                                                                               (Pastoral SJ)


                                                   

jueves, 10 de noviembre de 2016

Seré un colibrí

Mucha gente pequeña, en lugares pequeños,
haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.
(Eduardo Galeano)

Wangari Maathai: Premio Nobel de la Paz en el 2004, activista por el medio ambiente, la democracia, los derechos humanos y específicamente los derechos de la mujer, Wangari Maathai fundó el Movimiento Cinturón Verde que plantó ya más de 40 millones de árboles. En este fragmento de la película "Dirt!" cuenta la historia del colibrí.



Siempre deberíamos sentirnos como un colibrí,
puede que nos sintamos insignificantes,
pero no quiero ser un mero espectador con todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
Seré un colibrí: "Lo haré lo mejor que pueda"

sábado, 24 de septiembre de 2016

Tu CASA, mi CASA, nuestra CASA...

Y descubrí que allí donde era, estaba en mi CASA,
y aquel con quien me encontraba era mi HERMANO.



La casa era una casa de hermanos,
donde todos tenían su habitación
y había habitaciones para todos.

En ella había gente y gente,
de todas las razas y colores;
inmenso tapiz
de necesarias y variadas flores diminutas.

A la hora de comer,
la mesa era amplía y redonda,
sin pies ni cabecera
y el pan se repartía abundantemente
-¿alguien más quiere pan?-
para matar todas las hambres.

Nadie apartaba a nadie,
nadie desconocía a nadie,
porque todos comían del mismo pan,
en el mismo plato.

Había humor y fiesta,
desaparecía la raíz de la muerte,
de la depresión y de la tristeza,
porque el bien y el progreso del vecino
era la corona del propio esfuerzo.

De día soñaban,
-la primera cosa era soñar-
Todos trabajaban por lo imposible
y de noche compartían sus sueños
a la luz de la inocencia y de la ternura.

Y la casa crecía y crecía,
según se necesitaba de ella;
y nunca se hundía,
y nunca se desplomaba
porque estaba construida sobre piedra firme.

Y la casa, de tanto crecer,
se hizo mundo.
Y el mundo, de tanto soñar,
Se hizo casa.


jueves, 1 de septiembre de 2016

Al inicio del nuevo curso



Ventana sobre la UTOPÍA de EDUARDO GALEANO

Ella está en el horizonte. 
Yo me acerco dos pasos
ella se aleja dos pasos. 
Camino diez pasos
y el horizonte se corre diez pasos más allá. 
Por mucho que yo camine,
nunca la alcanzaré. 
¿Para que sirve la utopía?
Para eso sirve, para caminar.

Al comenzar el nuevo curso nos PONEMOS EN CAMINO.
No olvidemos nuestros IDEALES y SUEÑOS educativos.
Que todos aquellos que formamos la Comunidad Educativa
vivamos este CAMINAR con ILUSIÓN y ganas de TRANSFORMAR el mundo.

sábado, 18 de junio de 2016

¿Has mirado en su/tu interior?

El Reino de Dios es como un
tesoro escondido en el campo
(Mt. 13, 44)



Echart Tolle, representante de la línea de espiritualidad transpersonal introduce su obra El poder del ahora con la siguiente parábola:
Un mendigo había estado sentado a la orilla de un camino durante más de treinta años. Un día pasó por allí un extraño. “¿Tienes algunas monedas?”, murmuró el mendigo, estirando mecánicamente el brazo con su vieja gorra. “No tengo nada que darte”, respondió el extraño. Y luego preguntó, “¿Qué es eso sobre lo que estás sentado?”. “Nada”, replicó el mendigo, “sólo una caja vieja. He estado sentado sobre ella desde que tengo memoria”. “¿Alguna vez has mirado en su interior?”, preguntó el extraño. “No”, respondió el mendigo, “¿Para qué? No hay nada adentro”. “Echa una ojeada”, insistió el extraño. El mendigo logró entreabrir la tapa. Para su asombro, incredulidad y euforia, descubrió que la caja estaba llena de oro.
Tú y Yo, en cuanto creyentes, somos ese extraño que no tiene nada para dar y que invita a nuestro prójimo a mirar en ese lugar tan cercano: dentro de cada uno mismo.

Voy un paso más allá: Jesús es ese extraño que se nos acerca y que nos invita a mirar dentro de nosotros mismos para descubrir la brillante joya del Ser y la profunda e inalterable paz que se encuentra en ese lugar. Buscamos externamente plenitud, seguridad o, incluso, el amor… mientras en nuestro interior tienemos un tesoro que no sólo incluye todas esas cosas, sino que es infinitamente más grande que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer.

viernes, 25 de marzo de 2016

Mensaje para el Triduo Pascual

Hemos comenzado este Triduo Pascual rezando en la Comunidad de las Carmelitas Descalzas de Hondarribia. En la entrada de la capilla nos encontramos con este mensaje precioso:

QUIENQUIERA QUE SEAS,
HAS ENTRADO EN ESTA CASA
DONDE HABITA EL DIOS QUE LO HABITA TODO.
QUIENQUIERA QUE SEAS, ÉL TE ACOGE,
CON TUS ALEGRÍAS Y TUS PENAS,
TUS ÉXITOS Y TUS FRACASOS,
TUS ESPERANZAS Y TUS DECEPCIONES.
¡SÉ BIENVENIDO!
OTRAS PERSONAS ANTES QUE TÚ
HAN AMADO ESTE LUGAR,
HAN CONTRIBUIDO A CONSTRUIRLO, A EMBELLECERLO.
HAN ORADO EN ÉL, RESPÉTALO.
HAZ SILENCIO.
SI ERES CREYENTE, ORA.
SI BUSCAS, REFLEXIONA.
SI DUDAS, PIDE LUZ.
SI SUFRES, PIDE FUERZA.
SI ESTÁS ALEGRE, DA GRACIAS.
Y ¡OJALÁ PUEDAS SEGUIR ESTANDO ALEGRE!
EN ESTA CASA TAMBIÉN ENCONTRARÁS HERMAN@S,
Y PODRÁS ELEVAR A DIOS TU PLEGARIA
JUNTAMENTE CON ELL@S.
¡QUE EL PASO POR ESTE LUGAR
CALIENTE TU CORAZÓN
Y ALEGRE TUS OJOS!
QUIENQUIERA QUE SEAS, DIOS TE ACOGE.
ACÓGELE TAMBIÉN TÚ.


Bella sugerencia para paladear estos días en los que viviremos en Comunidad tristeza y alegría, oscuridad y luz, muerte y vida. Acojamos lo que nos deparen estos días con el corazón abierto.


lunes, 7 de marzo de 2016

Sobre el ACOMPAÑAR y el ESTAR

El cobrador de impuestos ni siquierase atrevía a levantar los ojos al cielo,
Sino que se golpeaba y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mi que soy pecador!”
(Lc.18,13)


   Muchas veces el lugar en el que trabajamos (¡dichosos aquellos que tienen trabajo!) se convierte en un micromundo y en un fiel reflejo que cómo es la sociedad y el mundo concreto en el que nos movemos. Me refiero claramente a a trabajos donde estamos codo con codo con otros. Con gesto humildad por mi parte y con la mano sobre mi pecho simplemente quiero mostrar lo que yo percibo, que bien pueda ser que esté errado, pues al final es una simple cuestión de percepción.

   ¿Cuántas veces no habré oído las expresiones: “ya le he dicho que…” o “es que no tengo tiempo”o…?

   Sí, parece que ahora triunfa el “ya le he dicho que…”. Es una de las frases preferidas de aquellos que tienen que poner normas a nuestr@s niñ@s y adolescentes de hoy día (esos que serán el futuro cuando nosotros seamos ancianos). Unido a esta expresión cuántas veces he oído también hablar a los adultos (que somos los educadores) en este tono: “¡No me voy a castigar yo!”. E inmediatamente pienso en mi generación, donde nuestros padres y maestros decían y actuaban. ¿Cuántos padres y educadores han estado “mil horas” con nosotros en casa o en la escuela? Las tardes que habré he estado en la cocina con mis padres por no hacer lo que debía o las tardes que habré he estado en el Cole después de la hora. ¿Cuántos no habremos agradecido tener límites claros? Ahora parece que nos conformamos con registrar faltas, casi sin consecuencias significativas. ¿Dónde queda el diálogo con nuestr@s chic@s? ¿Quién confronta con ellos? ¿Quién acompaña hoy a nuestros niñ@s y jóvenes?

   Muy a mi pesar voy descubriendo con tristeza que al “ya le he dicho que…” le acompaña siempre “es que no tengo tiempo de…”. Es cierto que vivimos tiempos acelerados y estresantes, pero también es cierto que, a veces, parece que esta falta de tiempo es interesada. Voy percibiendo que el “no tengo tiempo de…” es más bien “no quiero hacer…” o “no sé hacer…” o “ya hago bastante…” Un discurso muy peligroso, porque lleva directamente de la preocupación por el “otro” a la preocupación por “uno mismo” (mi tiempo, mi horario, mi opinión…). Cuando llegamos a este punto podemos dar por finalizado cualquier acto de gratuidad, incluso algo tan sencillo como regalar un minuto de tu presencia a alguien que quizás la necesita. Creo que lo interesante sería rescatar ese equilibrio genuino que hemos conocido de niñ@s entre la preocupación por el “otro” y por “uno mismo”.

   Pero parece que no todo acaba ahí, del “ya le he dicho que…” pasamos al “es que no tengo tiempo de…” y entonces llegan la “queja” y el “drama”. Yo diría que cierto nivel de “queja” es normal, al fin y al cabo, por algún lado tiene que salir la tensión, pero quizás conozcáis quien sólo se queja una y otra vez haciendo de cada dificultad de la vida un drama interminable que no aporta nada ni a la sociedad y a si misma. Hay personas que se encuentran a gusto en el drama porque no necesitan moverse, no quieren evolucionar o implicarse y siempre es más fácil mirar hacia otro lado y tirar balones fuera.

   Trato de mirar a Jesús como lo hacía el recaudador de impuestos y con la mano sobre mi pecho (porque yo también me he quejado mucho y he dramatizado mucho y…) intento vislumbrar lo que deberíamos ser para nuestro chic@s, adolescentes y jóvenes (y quizás no tan jóvenes).

   Jesús era un maestro en acompañar a todo aquel con quien se encontraba, le daba igual que fuesen ricos que pobres, judíos fariseos que samaritanos vilipendiados, romanos que paganos. Aunque por lo que vemos en los evangelios tuvo una especial preferencia por los más marginados, pobres, enfermos, endemoniados… ¿Sabemos acompañar? ¿estamos con aquellos que están más necesitados?

   Jesús tuvo la audacia y la valentía de estar presente. Realmente, a veces, no hace falta más que hacerse presente. Muchas veces no es tan importante lo qué haré o lo qué diré o lo nervioso que me pone éste o el otro o… (yo que sé cuántos pensamientos y expectativas se pueden generar en nuestra cabeza). Para estar presente no hace falta ni hablar ni hacer ni relojear ni conseguir rendimiento alguno ni esperar algo a cambio. Aquel que está, está para sí mismo y para los demás. Es una actitud de vida. ¿Nos hacemos presentes con los que tenemos alrededor?

   Jesús no dramatizaba. Él fue quien dijo que las dificultades y los problemas tienen su sentido. ¿Qué podría decir yo de esto cuando incluso aceptó la cruz? ¿Acepto y doy sentido a las dificultades y problemas a las que me va enfrentando la vida? ¿o prefiero quejarme y hacer de todo un drama baldío que no lleva a ningún lado?

   Jesús se retiraba a orar. Jesús necesitaba tiempos para detenerse y centrar su corazón en el Padre. ¿Me retiro yo a orar? ¿Me sitúo en la vorágine diaria con un corazón centrado?  ¿o me dejo atrapar por todo lo que ocurre a mi alrededor como si eso fuera lo absoluto?

   Quiero acabar esta reflexión con una frase de Paul Claudel: Dios no vino a suprimir el sufrimiento. No vino ni siquiera a dar una explicación. Vino a llenarlo de su presencia”.

¡Qué importante es acompañarnos! ¡Qué importantes en estar!



viernes, 8 de enero de 2016

Todos somos HIJOS de DIOS


El Vídeo del Papa es una iniciativa global desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración) para colaborar en la difusión de las intenciones mensuales de Francisco I sobre los desafíos de la humanidad.
Mes a mes acompañaremos al Papa Francisco en su oración. Se nos invita a sumarnos. Visita la sección "Quiero Involucrarme" para saber cómo.