La soberbia, la envidia, la gula, la lujuria, la avaricia, la pereza y la ira son los vicios del ego que nos mantienen atascados en nuestra vida sin posibilidad de crecimiento.
Podemos librarnos
de ellos…
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La SOBERBIA deja paso a la HUMILDAD.
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La ENVIDIA deja paso a la CARIDAD, esto es, desear y
hacer siempre el bien al prójimo.
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La GULA deja paso a la TEMPLANZA.
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La LUJURIA deja paso a la HONESTIDAD.
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La AVARICIA deja paso a la GENEROSIDAD y a la
satisfacción por todo lo que tenemos.
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La PEREZA deja paso a la VOLUNTAD y compromiso de OBRAR bien.
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La IRA deja paso a la PACIENCIA y a la COMPASIÓN no
violenta.
Así es como el reino del ego envenenado se
convierte en un espacio dentro del cual podemos despertar.
Señor, ayúdame a decir la verdad
delante de los fuertes.
Y a no decir mentiras para ganarme
el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna no me quites la
razón.
Si me das éxito no me quites la
humildad.
Si me das humildad no me quites la
dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara
de la moneda.
No me dejes inculpar de traición a
los demás,
por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a
mi mismo,
y a no juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si
triunfo,
ni en la desesperación, si fracaso.
Mas bien recuérdame que el fracaso,
es la experiencia que precede al
triunfo.
Enséñame, que perdonar es un signo
de grandeza.
Y que la venganza es una señal de
bajeza.
Si me quitas el éxito dame fuerzas
para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente
dame valor para disculparme,
y si la gente ofende dame valor para
perdonar.
Señor, si yo me olvido de ti, nunca
te olvides de mí.
(Oración sobre la HUMILDAD de Mahatma
Gandhi)