Una noche, Mulla Nasrudin tuvo un extraño sueño: un rico desconocido vino a hacerle una visita y le dio nueve dinares. Mulla los rechazó diciendo:
-¿Y por qué solo nueve? Dame uno más y así redondeamos la cifra.
El hombre se negó. Mulla insistió, suplicó, se debatió tanto que se terminó por despertarse. Viendo su mano vacía, maldijo su mal carácter que le había llevado a perder este regalo inesperado. Por ello volviendo a adoptar la postura del sueño, cerró los ojos y alargó la mano presentando excusas:
-Bueno, de acuerdo, dame de todas formas los nueve dinares…
Puesto que se quieren diez dinares, no disfrutamos de lo que tenemos aquí y ahora. Se quiere todo o nada. En general, nos quejamos de lo que tenemos. Pensamos que nunca tenemos bastante. Puestos a pedir, pedimos la luna. Sin embargo, el Antiguo Testamento dice: "Dichoso el sabio porque está satisfecho con lo que tiene".
Si estamos insatisfechos con lo que tenemos hoy, por más que obtengamos más, siempre estaremos insatisfechos. ¡Aceptemos los nueve dinares! Sepamos aprovecharlos..., pues lo poco que tenemos podría sernos retirado al despertar.
(La sabiduría de los cuentos, Alejandro Jodorowsky)
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