sábado, 4 de diciembre de 2021

“Anda, tú fe te ha curado” (Mc.10,52)

 En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna.

El punto de partida es una de las tantas miserias que afligen a los hombres: se trata de un hombre ciego. Conocemos su nombre, Bartimeo, y la localidad donde vive, Jericó. Su condición le obliga a adoptar una actitud pasiva: permanecer sentado y vivir al margen: «Estaba sentado junto al camino» (v. 46)

Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:

- «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí».

El paso de Jesús le da bríos y vitalidad a este hombre, que grita: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!»

Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:

- «Hijo de David, ten compasión de mí».

El que habla es un ciego, ciertamente la persona menos indicada para formular afirmaciones teológicas comprometedoras. Mejor hacerle callar y garantizar la tranquilidad. Pero no hay nada que hacer. El ciego grita más fuerte y eleva su jaculatoria hasta hacerse oír por Jesús.

Jesús se detuvo y dijo:

- «Llamadlo».

Llamaron al ciego, diciéndole:

- «Ánimo, levántate, que te llama».

Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

Jesús no es sordo -ni de oídos ni de corazón- y manda que llamen al ciego. Tal vez los mismos que querían hacerle callar se ven obligados a llevarlo ante Jesús. Las palabras con que le llaman son ya todo un programa: «Ánimo, levántate, que te llama» (v. 49)

Bartimeo recibe la oferta con entusiasmo. Ya no le importa lo que posee, el manto, y lo abandona para acercarse a Jesús. Esta acción puede tener un gran significado: es preciso desembarazarse de todo para ir a Jesús. Lo importante es el encuentro con Jesús; el resto cuenta poco o nada...

Jesús le dijo:

- «¿Qué quieres que haga por ti?».

El ciego le contestó:

- «Maestro, que pueda ver».

Jesús le dijo:

- «Anda, tu fe te ha curado».

Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

Ése es el sentido de la pregunta de Jesús, que no quiere poner al ciego en una situación embarazosa. Jesús, de un modo delicado, pone a la persona en una situación cómoda, de forma que pueda responder... La fe de Bartimeo, en este caso su testaruda constancia, ha producido el milagro. Ahora es un hombre transformado: está de pie, es capaz de andar y eso mismo le da la capacidad de ver de otra manera (desde otra perspectiva). La transformación completa llega con la nota final: Bartimeo se pone en pie y sigue a Jesús (y mira con la mirada de Jesús). Deja de ser el ciego sentado al margen del camino y se convierte en caminante que sigue a Jesús.



viernes, 25 de junio de 2021

¿Cómo nos SILENCIAMOS?

   El 12 de junio se celebró de manera “online”, como vienen exigiendo estos tiempos, el IV Simposio de Educación de la Interioridad de la mano de la Universidad La Salle de Madrid. Bajo el título: “La meditación en la Educación de la Interioridad”, Elena Andrés (directora de contenidos del Posgrado de Interioridad) nos situó en la reflexión de la mañana.

   La primera persona en darnos LUZ, es la hermana clarisa de nombre Carolina, nacida y residente en Resistencia, población argentina. Suavemente pero con corazón y pasión nos introduce durante poco más de una hora en lo que es “LA MIRADA”. Nos envuelve con sus palabras y con su mensaje, según va hablando y compartiendo va captando más y más mi atención. En su exposición cita a Mateo, a Clara de Asís y a Frank Jalis, sj.

 Cita a Mateo (Mt.6,24-34):

No se inquieten por su vida PENSANDO… El Padre sabe lo que necesiten.

No se inquieten por el mañana, a cada día le basta con su afán.

Y nos ofrece algunas claves de interpretación.

Mediante este texto, dice la Hermana Carolina, Jesús de Nazaret nos invita a tres cosas (aparentemente sencillas):

1.- No nos inquietemos pensando.

2.- Detengámonos a mirar lo que nos rodea. Vivamos el presente, para poder conectar con nuestro yo interior.

3.- Y estemos presentes hoy, pues a cada día le basta su afán. Dios nos da lo que necesitamos.

Cita a CLARA DE ASÍS:


La Hermana Carolina nos habla de Clara de Asís y como la “mirada” es clave en la vida de Clara.

 Parece que Clara de Asís no dejo muchos escritos, pero si que tenemos cuatro cartas que escribió a Inés de Prada (persona que no conoció personalmente). La Hermana Carolina se centra en la 4ª carta. En el momento en que la escribe Roma NO ha reconocido todavía su Comunidad ni su Regla.

 Clara de Asís siempre va a invitar a Inés a poner su mirada en Jesús y Clara usa la imagen del espejo: Mira a Jesús como te miras en el espejo. Mira diariamente este espejo, mira diariamente a Jesús y descubre a Jesús en tu rostro. Mira atentamente este espejo. Al comienzo verás la pobreza de Jesús (el nacimiento), contempla su humildad (su vida pública) y contempla su amor (en la entrega de su vida).

 Si Jesús, en Mateo, nos invitaba a detenernos a mirar, Clara de Asís nos invita a cómo mirar, cómo educar la mirada para poder ver (ya que se puede mirar sin ver).

 Clara de Asís nos propone estos pasos:

 1.- Mira todos los días. Pero no es una repetición mecánica, es una mirada que nos lleva a evolucionar, nos lleva a ir más allá. Es estar y hacer consciente lo que normalmente hacemos de manera mecánica. Hacer lo que hacemos todos los días de manera consciente.

 2.- No sólo mirar diariamente, sino mirar con ATENCIÓN. Porque lo que miro con atención es donde invierto mis energías, ¿dónde invierto mi atención? ¿dónde invierto mi energía? Allí donde hay presencia, hay relación y hay AMOR.

3.- Y, además, CONSIDERA, esto es, abre tu mirada para ver en profundidad. CONSIDERAR es AHONDAR en lo que vemos. Es una mirada sin juicio, es ver lo que ES sin analizar, ni juzgar, ni… AHONDAR implica tiempo.

 4.- Y, para terminar, CONTEMPLA. La contemplación es estar totalmente orientado a OTRO. Cuando estamos orientado a OTRO nos vamos TRANSFORMANDO en aquel/aquello que miramos. En el caso de Clara de Asís, de tanto mirar a Jesús, nos transformamos en Él.

 Cita a FRANK JALIS,sj

 La Hermana Carolina habla de este maestro de la contemplación. Frank Jalis nos enseña a través de un camino de tradición cristiana. Nos orienta en su libro “Ejercicios de contemplación”; ¿Cómo vamos a nuestro interior? ¿Cómo contemplamos? ¿Cómo vivimos nuestro SER?


Esta es la pregunta clave de este discurso: ¿CÓMO NOS SILENCIAMOS?

Frank Jalis nos lo muestra de manera muy muy sencilla, pues en realidad ya tenemos todo lo que necesitamos dentro de nosotros. Frank Jalis nos propone unas mediaciones para HABITAR nuestro ser, para HABITAR nuestra casa, para HABITAR nuestro interior.

   Para terminar, sólo he de añadir que en este trabajo diario de ayudar a HABITARNOS, en esa tarea constante de silenciarnos para ENCONTRARNOS, en esa labor de educar a las chicas y chicos de hoy a ENCONTRARSE con si mismos... La Universidad La Salle de Madrid nos ofrece el Posgrado Universitario de Experto en Educación de la Interioridad para el curso 2021-2022:


(Pincha sobre la imagen)



domingo, 21 de febrero de 2021

CUARESMA: Preparémonos para la VIDA

 


   Leo en WEB de “fe adulta” que esta Cuaresma no puede ser igual a la de otros años. Y es que llevamos ya muchos meses de ceniza, ayunando de encuentros y con muchas despedidas, quizás demasiadas despedidas. Sumémonos a la propuesta que nos hace Beto Vargas de cambiar el gris de la ceniza por el color de pensar en los demás, en la línea del mensaje del Papa al comenzar la Cuaresma invitando a cuidar a quienes sufren a causa de la pandemia.

   Después de un año de pandemia, no vivamos la cuaresma como un tiempo gris y con más peso en los hombros. Vivamos este tiempo como si estuviésemos preparando una fiesta, esa fiesta en la que se va intuyendo ya que, por encima de todo, hay Vida (¿A quién no le gusta prepararse para una fiesta?). Sí, preparémonos con ánimo y con alegría, preparémonos con ganas cambiar, con ganas de cuidarnos y con ganas de conversión en este tiempo cuaresmal. La Iglesia misma y el Papa Francisco nos guían en ese camino de preparación de la cuaresma: desde el ayuno, la limosna y la oración.

   El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación (cf. Mt 6,1-18), son las condiciones y la expresión de nuestra conversión.

   El ayuno vivido como vía de pobreza y de privación. Ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, incluso de la saturación de informaciones —verdaderas o falsas— y productos de consumo, para abrir las puertas de nuestro corazón a Aquel que viene a nosotros pobre de todo, pero «lleno de gracia y de verdad» (Jn 1,14): el Hijo de Dios Salvador.

   La oración vivida como encuentro y diálogo filial con el Padre. En el recogimiento y el silencio de la oración, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: por esto es fundamental recogerse en oración (cf. Mt 6,6) y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura.

   La limosna vivida como mirada y gestos de amor hacia el hombre herido. Dar limosna es estar más atentos a «decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan», en lugar de «palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian» (Carta enc. Fratelli tutti [FT], 223). A veces, para dar esperanza, es suficiente con ser «una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia» (ibíd., 224).

   Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de COVID-19. En un contexto tan incierto sobre el futuro, recordemos la palabra que Dios dirige a su Siervo: «No temas, que te he redimido» (Is 43,1), ofrezcamos con nuestra caridad una palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo.

BIBLIOGRAFÍA:

1.- Artículo de Beto Vargas: https://www.feadulta.com/es/art1col1.html

2.- WEB de “fe adulta”: https://www.feadulta.com/es/

3.- Mensaje del Santo Padre Francisco para la cuaresma 2021

https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2021/02/12/mens.html


jueves, 7 de enero de 2021

Bendíceme, Padre, un año más, día a día.

 

Se me antoja mucho mejor

estrenar la vida todos los días y no de año en año.

Y se me antoja en este momento

tener el propósito de vivir cada día del año con cuidado y amor.

 

La belleza de cada día está dentro de nosotros y no fuera.

Si aprendemos a apreciar lo que poseemos dentro

y las increíbles oportunidades que tenemos siempre,

cada día estrenaremos un año nuevo.

 


Doy GRACIAS porque

ya he comenzado a hacer algo nuevo de este año que estrenamos

y lo quiero hacer día a día.

 

Le pido a Dios Padre que bendiga mis manos

para que sepan acariciar sin aprisionar;

para que sepan recibir sin poseer,

para que sostener sin condicionar,

para que sepan dar sin calcular,

Le pido a Dios Padre que bendiga mis ojos

para que vean detrás de la superficie;

para que no se cierren por el miedo, pero nunca miren con ira; para que todos se sientan seguros por mi modo de mirar.
Le pido a Dios que bendiga mis ojos

para que miren y vean.

 

Le pido a Dios Padre que bendiga mis oídos

para que sepan oír tu voz

y perciban claramente el grito de aquel que me necesita;

para que sepan cerrarse al ruido inútil de la palabrería

y escuchen sin cansancio el silencio de los enmudecidos.

Le pido a Dios Padre que bendiga mis oídos

para que siempre estén abiertos a la escucha.

 

Le pido a Dios Padre que bendiga mi boca

para que dé testimonio de Ti

y no diga nada que hiera o destruya;

para que sólo pronuncie palabras que siembren y alivien,

y no calle nunca los nombres heridos.
Le pido a Dios Padre que bendiga mi boca

para que siempre bendiga.

 

Le pido a Dios Padre que bendiga mi corazón

para que sea templo vivo de tu Espíritu;

que sepa dar calor y refugio;

que sea generoso en perdonar,

alegre en compartir,

pronto en comprender y compasivo.

Llénalo de nombres de personas queridas,

de personas sin nombre y también de otros nombres.

 

Le pido a Dios Padre que bendiga mis pies

para que busquen la Paz y corran tras ella.

Para que construyan caminos para anunciarte

y eviten los senderos tortuosos

que desembocan en la ostentación y la injusticia.

Para que reconozcan tus pisadas en el caminar de los humildes y respeten las huellas de todo caminante.

Le pido a Dios Padre que bendiga mis pies

para que me los deje lavar y tener parte con Él.

 

Bendíceme, Dios Padre,

para que puedas disponer de mí con todo lo que soy,

con todo lo que tengo,

con todo lo que de Ti he recibido.

Bendíceme, Dios Padre,

en toda tu gente y en todos mis amigos para ti

y para cada día de este año.