martes, 31 de diciembre de 2013
martes, 24 de diciembre de 2013
martes, 3 de diciembre de 2013
domingo, 24 de noviembre de 2013
¿IR MÁS ALLÁ?
La soberbia, la envidia, la gula, la lujuria, la avaricia, la pereza y la ira son los vicios del ego que nos mantienen atascados en nuestra vida sin posibilidad de crecimiento.
Podemos librarnos
de ellos…
-
La SOBERBIA deja paso a la HUMILDAD.
-
La ENVIDIA deja paso a la CARIDAD, esto es, desear y
hacer siempre el bien al prójimo.
-
La GULA deja paso a la TEMPLANZA.
-
La LUJURIA deja paso a la HONESTIDAD.
-
La AVARICIA deja paso a la GENEROSIDAD y a la
satisfacción por todo lo que tenemos.
-
La PEREZA deja paso a la VOLUNTAD y compromiso de OBRAR bien.
-
La IRA deja paso a la PACIENCIA y a la COMPASIÓN no
violenta.
Así es como el reino del ego envenenado se
convierte en un espacio dentro del cual podemos despertar.
Señor, ayúdame a decir la verdad
delante de los fuertes.
Y a no decir mentiras para ganarme
el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna no me quites la
razón.
Si me das éxito no me quites la
humildad.
Si me das humildad no me quites la
dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara
de la moneda.
No me dejes inculpar de traición a
los demás,
por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a
mi mismo,
y a no juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si
triunfo,
ni en la desesperación, si fracaso.
Mas bien recuérdame que el fracaso,
es la experiencia que precede al
triunfo.
Enséñame, que perdonar es un signo
de grandeza.
Y que la venganza es una señal de
bajeza.
Si me quitas el éxito dame fuerzas
para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente
dame valor para disculparme,
y si la gente ofende dame valor para
perdonar.
Señor, si yo me olvido de ti, nunca
te olvides de mí.
(Oración sobre la HUMILDAD de Mahatma
Gandhi)
martes, 19 de noviembre de 2013
Adora y confía
No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere lo que Dios quiere.
Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que,
pese a todo,
acepta los designios de su providencia.
Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado,
a su gusto.
Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas.
Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogido,
cuanto más decaído y triste te encuentres.
Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote,
y conserva siempre sobre tu rostro,
una dulce sonrisa,
reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.
Y en el fondo de tu alma coloca,
antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.
Recuerda:
cuanto te deprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en el nombre
de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso,
cuando te sientas apesadumbrado, triste,
adora y confía.
(Teilhard de Chardin)
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere lo que Dios quiere.
Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que,
pese a todo,
acepta los designios de su providencia.
Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado,
a su gusto.
Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas.
Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogido,
cuanto más decaído y triste te encuentres.
Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote,
y conserva siempre sobre tu rostro,
una dulce sonrisa,
reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.
Y en el fondo de tu alma coloca,
antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.
Recuerda:
cuanto te deprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en el nombre
de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso,
cuando te sientas apesadumbrado, triste,
adora y confía.
(Teilhard de Chardin)
lunes, 21 de octubre de 2013
¿Una terapia peligrosa?
Estoy en una sala cuadrada no muy espaciosa,
haciendo una dinámica con unas cuarenta personas que no conozco. En este juego
que por su rapidez me impide apenas recordar dos o tres nombres, se me acerca
un compañero y a bocajarro me pregunta:
-
¿Quién es Dios para ti?
Me sorprendo contestándole de manera concisa
y sin titubeo ninguno:
-
Es Aquel en quien me
encuentro.
Perplejo por mi respuesta, en ese instante comienzo
a notar una serenidad y una alegría en lo más profundo de mi corazón. Me siento
habitado
por Aquel en quien soy.
Cierro los ojos, respiro hondamente varias
veces y un gesto precioso se empieza a dibujar en mi interior: es un abrazo.
lunes, 12 de agosto de 2013
Si quieres hacer reír a Dios...
No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber,
ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir.
Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan
y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta.
¿No valéis vosotros más que ellos?
(Mt. 6,25)
(Mt. 6,25)
Nos gusta planificar,
bueno... no lo he dicho bien,
nos han enseñado a planificar, acotar, medir con precisión.
Programamos nuestras vidas,
programamos nuestro trabajo,
programamos nuestras vacaciones,
programamos... programamos... programamos...
Nuestro afán de controlar es inmenso.
¿Dónde dejamos la "sorpresa"?
¿Dónde dejamos la "novedad"?
¿Dónde dejamos...?
Somos tan eficientes programando
que desvelamos cualquier sorpresa que puede traernos la vida.
A pesar de todo, las "sorpresas" existen y llegan.
Algunas buenas y otras no tan buenas.
A pesar de todos nuestros planes milimétricos,
la vida se encarga de hacernos saber
que es imposible controlarlo todo (¡pobres de nosotros!).
Amo la vida...
GRACIAS, Señor, por la vida.
Soy de los que programa,
pero me abro a las SORPRESAS
y las ACOJO con humildad (o eso quiero).
Hay muchas cosas, Padre bueno, que no puedo controlar, ¿y qué?
Amo la vida...
tal y como se me ha dado,
amo a mis padres con sus "achaques",
amo a mis hermanos tal y como son,
amo a mi pareja, compañera de camino,
amo a aquellos que me cuidaron y que cuide,
amo a aquellos que no supe cuidar,
amo a aquellos que no supieron cuidarme,
amo a aquellos a los que trate y me trataron,
amo a aquellos a los que no supe tratar,
amo a aquellos que no supieron tratarme,
amo a aquellos que perdí,
amo a aquellos que me perdieron,
amo a aquellos a los que encontré en mi camino,
amo a aquellos a los que encontraré,
amo a...
amo a Dios, mi Padre, que me abraza todos los días al despertar,
amo a...
"¡Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes!"
"¡Si quieres hacer feliz a Dios, ámate, ama y déjate amar!"
lunes, 8 de julio de 2013
sábado, 8 de junio de 2013
Ama a tu prójimo como a ti mismo (Mt. 22, 39)
“Mucha gente pequeña
en lugares pequeños,
haciendo cosas pequeñas
pueden cambiar el mundo”
(Eduardo Galeano)
domingo, 19 de mayo de 2013
miércoles, 27 de marzo de 2013
¿El silencio de Dios Padre?
“Sh sh sh sh
sh sh sh sh… silencio” decía con voz firme y tranquila.
“Sh sh sh sh
sh sh sh sh… silencio” invitaba con un gesto amable y apaciguador, mientras su
dedo índice se acercaba a la arqueada sonrisa impresa en sus labios.
“Sh sh sh sh
sh sh sh sh… silencio” salía de su boca de manera dulce, mientras que una de
sus manos acariciaba suavemente mi cabeza
y se posaba sobre mi hombro.
“Sh sh sh sh sh sh sh sh… Silencio” …estoy contigo…descansa…déjate descansar…relájate…silénciate…
Estoy en su regazo.
Después de días intensos y de mucho ajetreo,
por fin, me dejo en sus manos.
Ya tenía ganas.
Aquí soy más YO.
Estando en este silencio tan bueno para mi alma,
no puedo parar de pensar en los silencios de nuestra vida
y, casi automáticamente, comienzo a enumerarlos:
Hay silencios
incómodos, pero también los hay agradables.
Hay silencios
cortos que parecen eternos, pero también silencios eternos que parecen cortos.
Hay silencios
dolorosos, pero también los hay alegres.
Hay silencios
que esconden mentira, pero también los hay que esconden verdad.
Hay silencios
ante cosas sencillas, pero también los hay de puro asombro.
Hay silencio
ante las pérdida, pero también los hay frente al encuentro.
Hay silencios
cómplices, pero también los hay compartidos.
Hay silencios
que provocan, pero también los hay que equilibran.
Hay silencios
para llorar, pero también hay silencios
para sonreír.
Hay silencios
que ocultan secretos, pero también los hay que protegen.
Hay silencios
que faltan al respeto, pero también los hay que respetan.
Hay silencios
poco silentes, pero también hay silencios
“sin ruido”.
Hay silencios
por timidez, pero también los hay por conciencia.
Hay silencios
por miedo, pero también los hay por valentía.
Hay silencios
por ignorancia, pero también los hay por sabiduría.
Hay silencios…,
pero también los hay…
Estoy a gusto en su regazo y…
y… sigo divagando sobre el silencio…
Hay un silencio
que se produce en la cabeza,
¡cuánto me cuesta acallarla!
Hay un silencio que se registra en todas las
células y órganos de mi cuerpo,
¡el silencio de mi respiración acompasada con la
Dios Padre!
Hay un silencio que me rodea y me envuelve,
¡Dios Padre me cubre con su mano!
Hay un silencio
que se produce en mi interior, en lo más hondo,
un silencio
que no es sólo mio, que me penetra y que me llena
¡Ese silencio me emociona, es el silencio de Dios
Padre!
Estoy en tu regazo Dios Padre,
GRACIAS, por acogerme.
Ya no hacen falta más palabras,
simplemente guardemos silencio.
miércoles, 13 de febrero de 2013
martes, 8 de enero de 2013
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